Uno de los ingredientes clave para un futuro #HambreCero es el suelo que hay bajo nuestros pies. Aunque no lo parezca, el suelo está lleno de agua, nutrientes y microorganismos que son esenciales para producir nuestros alimentos. Sin embargo, el suelo es un recurso finito: restaurar incluso unos pocos centímetros puede llevar hasta mil años. Por lo tanto, si queremos garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición en el futuro, tenemos que cuidar hoy nuestro suelo.
Sin embargo, ¿qué pasaría si les dijéramos que cada cinco segundos se erosiona una superficie de suelo equivalente a un campo de fútbol? Sorprendente, ¿verdad? Resulta acertado decir que una de las principales amenazas para el suelo y nuestra seguridad alimentaria es la erosión. Este fenómeno hace referencia a la remoción de la capa superficial del suelo por el agua, el viento o actividades agrícolas insostenibles como la labranza intensiva. Parte de la erosión del suelo es natural y se produce en todas las condiciones climáticas de todos los continentes. Pero gran parte de ella se debe a actividades humanas insostenibles –como el sobrepastoreo, la agricultura intensiva y la deforestación– que pueden aumentar la tasa de erosión del suelo hasta un millar de veces.
La erosión acelerada del suelo puede tener consecuencias desastrosas para todos. Si no actuamos ahora, más del 90% de los suelos de la Tierra podrían degradarse para 2050.
He aquí cinco formas en que la erosión del suelo amenaza nuestra seguridad alimentaria y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):
Fuente de la Noticia: FAO Naciones Unidas
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