Alrededor de 250 manifestantes, entre agricultores y ecologistas, se concentraron a las puertas de la Asamblea para defender la reforma de Vox y exigir su rechazo, respectivamente
A un lado de la Asamblea, cerca de dos centenares de agricultores y ganaderos; al otro lado, decenas de ecologistas. Dos bandos enfrentados, esforzándose por ver quién hace más ruido, a gritos, incapaces de oírse los unos a los otros; incapaces, en definitiva, de entenderse para salvar lo que más quieren: el Mar Menor.
Unos apoyaban la reforma de la Ley de Protección y Recuperación de la laguna salada que defendía Vox; otros, exigían el cumplimiento de la legislación actual y que no se desmantele.
Según la Policía Nacional, en total habría alrededor de 250 manifestantes que acudieron convocados por sus respectivas organizaciones (agrarias o ambientalistas). La última vez que el campo protestó a las puertas del Parlamento murciano, decenas de diputados fueron encerrados en el hemiciclo e incluso el vehículo del presidente fue zarandeado (con él dentro). Esta vez, Delegación del Gobierno envió un operativo que contaba con unos sesenta agentes y un helicóptero, que no dejó de sobrevolar la Asamblea.
En esta ocasión, los trabajadores del sector primario, convocados por SOS Rural, Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Asaja y COAG, tampoco comunicaron a las autoridades, como es preceptivo, su intención de concentrarse (sí lo hicieron los ecologistas). También se vieron algunas caras conocidas de la polémica Plataforma 6F, como la del que fuera portavoz en la Región de Murcia, Diego Conesa.
Fueron ellos también los que, pasadas las diez de la mañana, hora a la que empezaba el pleno en el que se iban a debatir las proposiciones de ley sobre la laguna, decidieron ocupar ambas vías de la Avenida Alfonso XIII. Cortar el tráfico no estaba previsto y se vivieron algunos momentos de tensión con la Policía, que consiguieron liberar una de las dos direcciones unos minutos después.
Fuente de la noticia: laopiniondemurcia.es
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