El catedrático de Botánica, José María Egea, investigará en ocho fincas de secano y regadío cómo revertir la pérdida de materia orgánica en los suelos del Campo de Cartagena y plantar variedades que soporten el estrés hídrico
El Campo de Cartagena tiene desde este año una red de laboratorios distribuidos en ocho fincas de secano y regadío donde se va a impulsar un cambio del modelo agrícola en la cuenca del Mar Menor. El catedrático de Botánica de la Universidad de Murcia, José María Egea, muy crítico desde hace años con la industrialización intensiva de la agricultura en esta comarca, ha presentado este viernes el proyecto AgroSimbiosisLab, financiado por la Fundación Biodiversidad con 1,8 millones de euros. El fin es revertir las consecuencias de ese modelo «insostenible» para apostar por la «agroecología». «Necesitamos una simbiosis entre el sector agrario, las administraciones públicas y los movimientos sociales», ha remarcado el profesor, que cree que la actual agricultura derivará hacia cultivos más tradicionales con menos consumo de fertilizantes y menos costes de producción.
Egea ha mostrado su preocupación por «el empobrecimiento de los suelos» en el Campo de Cartagena debido a esa explotación constante de terrenos fértiles para varios ciclos de cultivo al año; por ello ve necesario «enriquecer con materia orgánica los suelos para mejorar su calidad», una calidad que se evaluará los tres años que durará el proyecto. La investigación centrará sus esfuerzos en «diversificar cultivos» para comprobar cuáles soportan un «mayor estrés hídrico», es decir, los periodos de sequía, o plantar cultivos locales en peligro de extinción, olvidados desde hace décadas, y plantas silvestres de interés para los restaurantes de la zona. «Debemos de convencer a los agricultores para que crean que un cambio de modelo es posible, pero también a los consumidores, que tienen el poder de decisión a la hora de comprar», subraya el catedrático.
Deja una respuesta