El miedo entre los agricultores por un nuevo recorte de agua contrasta con la normativa de la cuenca y las opiniones de expertos
¿Se van a cerrar los acuíferos de la cuenca del Segura en poco más de tres años? Tanto se ha alertado en los últimos tiempos del fin de los acuíferos en 2027 que el miedo se ha instalado en todas las conversaciones sobre la falta de agua. Es una idea que se repite como un mantra. Y, como sucede en la mayoría de los casos, la respuesta ni es dicotómica ni está claramente definida.
La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) asegura que lo que termina en 2027 son las dos prórrogas de la directiva Marco del Agua sobre el buen estado de las aguas subterráneas: «Lo que establece no es la eliminación de toda extracción en un acuífero en mal estado (su cierre), sino de la fracción que resulte insostenible por resultar superior a los recursos renovables de la masa subterránea».
Además, el Plan Hidrológico del Segura dice que el volumen máximo anual que se puede extraer de los recursos hídricos subterráneos es de 695 hm³ por año, entre manantiales y pozos. También establece el buen estado de 20 de las 63 masas de agua subterráneas en 2021, una previsión de que en 2027 sean hasta 54 las que estén catalogadas por ese buen estado y fija excepciones para las otras nueve, que tendrán que conseguirlo en años posteriores que incluso sobrepasan el horizonte de 2039.
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