«Las pequeñas aceredas, las olmedas de montaña y los quejigales son algunas de las formaciones boscosas más singulares», valora el biólogo y técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alhama
Biólogo, por estudios, y naturalista, por vocación. Siendo aún un niño de 2 años, Antonio, su padre y un meticuloso relojero, adaptó en su bicicleta de carreras un transportín artesano para su hijo. Desde ese momento, comenzó una andadura por la enorme e intrigante naturaleza de Alhama de Murcia.
Sin lugar a dudas, aquella pasión que le inculcó el relojero a su hijo, Manuel Águila Guillén (Alhama, 1961), continúa viva en Manolo, como le llaman sus allegados. Con tan solo 9 años realizó su primera incursión profunda en el macizo de Sierra Espuña, atreviéndose con el Barranco del Gallego, al pie del Morrón de Alhama, en aquel entonces nevado. Desde aquel momento, se siente fascinado por las maravillas que esconde esta montaña y por las del planeta Tierra.
Investigaciones: «Nos están permitiendo saber más sobre los carnívoros, los desconocidos murciélagos, la riqueza de los invertebrados o la grave situación de los anfibios»
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