El cambio a una dieta basada en verduras podría reducir las emisiones en un 70%, pero pretender que todos nos convirtamos en vegetarianos es una utopía. Aquí un estudio que presenta algunas soluciones.
La producción de alimentos para los 7.600 millones de personas del mundo genera alrededor de 13.700 millones de toneladas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono al año, además de otros efectos ambientales importantes. Science Today, un nuevo estudio publicado, intenta hacer un balance de la huella ambiental del sistema alimentario mundial y propone cómo reducirla.
El estudio destaca que se alcanzarían mejores resultados mediante la alteración de los hábitos alimenticios de la sociedad que mediante el cambio del sistema de producción. El cambio a una dieta basada en verduras podría reducir las emisiones en un 70% y reducir en tres cuartas partes la tierra destinada a fines agrícolas.
Investigadores de la Universidad de Oxford y Agroscope afirman que disponen de la base de datos más extensa sobre las localizaciones y los métodos de producción que mayor impacto tienen sobre el medio ambiente.
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