La organización interprofesional del ovino ha lanzado esta semana una campaña con la que pretende fomentar el consumo de este tipo de carne todo el año, desligándolo de las festividades.
La Navidad está a la vuelta de la esquina y el cordero, una de las carnes más preciadas en esta época, se dispone a vivir su pico de consumo más alto. Pero, sorprendentemente, el mejor momento para consumir cordero sería en primavera, cuando el ovino intensifica de forma natural su fase reproductiva -el cordero lechal, el más preciado en España, se come antes del mes y medio de vida-. Por eso, la Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino de Carne (Interovic), ha lanzado esta semana una campaña destinada a fomentar el consumo de carne de cordero y cabrito durante todo el año, no solo en momentos de fiesta. Con el lema Más cerca es mejor pretende poner el foco en las beneficiosas propiedades de esta carne: baja en grasas, rica en zinc y vitaminas B12 y B6. A pesar de estas bondades, su consumo ha caído un 40% en los últimos 10 años (de 4,24 kilogramos de consumo per cápita/año en 2007 a 1,99 kilogramo en 2017); y lo que preocupa todavía más al sector: el 20% del cordero que se consume actualmente en España se está importando de países como Grecia o Italia.
Interovic quiere también educar al consumidor para que adquiera el hábito, como ocurre con otros productos, de preguntar en el punto de venta por la trazabilidad del animal. España tiene censadas 16 millones de cabeza de ovino (dato de enero de 2018), de las que un 22,1% corresponde a Extremadura, a la que siguen Castilla y León, con un 18,3%; y Castilla La Mancha, con un 15,9%. Según fuentes del sector, el cordero nacional goza de unas características organolépticas excepcionales, ya que procede de razas autóctonas únicas en España. Por otro lado, aseguran, su frescura siempre será mayor que la de otro animal importado, dada la menor distancia del punto de matanza al de venta.
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