Con las frías temperaturas del invierno, nuestro cuerpo necesita consumir alimentos calientes, energéticos y nutritivos. Según la Medicina Tradicional China es una estación para fortalecernos y no nos podemos permitir entrar en déficit.
Es época de resguardarnos del frío y reconfortarnos con cocciones largas de platos de cuchara como las sopas, caldos y cremas que nos aportan hidratación, facilitan la digestión y la absorción de nutrientes. Se pueden combinar con legumbres, cereales y algas para tener un primer plato suculento y delicioso o incluso un plato único completo si incluimos legumbre y cereal (proteína completa).
El trigo sarraceno o alforfón es un pseudocereal de naturaleza caliente que no puede faltar en nuestra despensa en la estación más fría del año. Contiene todos los aminoácidos esenciales, es rico en antioxidantes y minerales (manganeso, cobre, magnesio y fibra) y está libre de gluten. Además, es muy interesante para diabéticos porque no aumenta los niveles de azúcar en sangre de manera brusca.
Haz amistad con las crucíferas
Parece que los meses de frío la variedad de verduras y hortalizas es más reducida, pero la tierra nos ofrece justo lo que nuestro cuerpo necesita para afrontar el frío, la sequedad y para estimular el sistema inmunológico.
Mucha gente no es muy amiga de la familia de las coles, llamadas crucíferas, pero lo cierto es que son las reinas del invierno por sus propiedades nutricionales y no es para menos. Hablamos de repollo, col rizada o kale, brécol, brócoli, coliflor o col lombarda, entre otras.
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