Ayer el Parlamento Europeo aprobó una nueva legislación para contrarrestar la escasez en épocas de sequía, que abarca la reutilización de aguas residuales tratadas para riego agrícola.
La legislación define los requisitos mínimos de calidad para la reutilización de las aguas residuales tratadas para el riego agrícola. También establece las obligaciones para la producción, distribución y almacenamiento, así como las medidas de gestión de riesgos.
Las aguas generadas (es decir, aguas residuales tratadas en instalaciones especializadas) podrán utilizarse para todo tipo de riego agrícola (cultivos alimentarios y no alimentarios). La Comisión deberá evaluar en un plazo de cinco años si el agua regenerada puede tener otros usos.
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