Los precios en el sector de la alimentación continúan al alza de forma sostenida, y no hay visos de que esta tendencia vaya a cambiar en las próximas semanas. Esto ha hecho que las organizaciones agrarias -en este caso en el mercado de los frutos secos-, una vez más, eleven una alerta ante las instituciones debido a que los agricultores denuncian que ni siquiera pueden cubrir los costes.
Esto supone una situación crítica, agravada por los malos datos de cosechas del almendro de este año, provocado por las mañas cosechas en Castilla-La Mancha, que se han visto reducidas en un 40%.
En la lonja de Albacete apuntan que la almendra se encuentra entre un 20% y un 35% más barata que el pasado año pese a que los datos de 2022 ya fueron malos. Según informan, el mayor descenso se ha producido en las variedades más caras, como por ejemplo la ecológica, que se encuentra en 5,05 a diferencia de los 7,65 en los que estaba el año pasado (descenso del 34%).
"No hay justificación posible"
Pero esto no es una simple excepción sino que se ha convertido en la norma, como se puede comprobar con la comuna, que se sitúa en 2,85, lo que supone 1,05 euros más bajo; o la marcona, que actualmente se paga a 5,80 a diferencia de los 7,40 de 2022.
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