El aceite de oliva se clasifica midiendo sus parámetros físicoquímicos en laboratorio y las características organolépticas, de color, sabor y olor, mediante un panel de cata. El de categoría superior es el aceite de oliva virgen extra, AOVE, “100% zumo de aceituna con una acidez de hasta 0,8%, una característica que se determina en el laboratorio, no en boca”