Los botes de miel seguirán, de momento, sin incluir un etiquetado claro en el que se indique el país de procedencia del producto y el porcentaje. Tras presentar en Bruselas la nueva norma que modifica el Real Decreto 1049/2003, la Comisión Europea solicitó correcciones por considerar que se debía ajustar a la Directiva comunitaria al respecto, unas peticiones que también dirigió a otros países como Francia y Portugal.