están surgiendo desde hace varias décadas nuevos discursos sobre el mundo rural, que enfatizan su singularidad, si bien desde puntos de vista diferentes. Unos son discursos construidos “desde dentro” de la sociedad rural, mostrando las dificultades de vivir en el campo y en los pequeños núcleos rurales, pero mostrando con orgullo el hecho de resistir y mantener vivos los pueblos mediante proyectos de desarrollo local definidos desde abajo (discurso del “orgullo rural”). Otros, por el contrario, son discursos definidos “desde fuera”, generalmente por la población urbana, bien en forma de denuncia por el abandono de los pueblos (discurso de la “España vacía”) o bien apelando a las bondades de la vida rural (discurso del “idilio rural”).