El Producto Interior Bruto (PIB) relativo a la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca creció el 4,4 % en el segundo trimestre del año en comparación con el primero, frente a la caída histórica del 18,5 % de la economía española en su conjunto.
Así se desprende de los datos de contabilidad nacional trimestral avanzados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que señala que entre los servicios, que cayeron el 19,1 % trimestral, el comercio, el transporte y la hostelería se desplomaron el 40,4 %.
En comparación con el segundo trimestre de 2019, la contracción de la economía fue del 22,1 % desde la óptica de la oferta, mientras que el sector primario registró una subida del 7,4 %.
En cuanto al empleo, medido en número de horas efectivamente trabajadas, las actividades primarias presentan una variación interanual del -9,3 %, con un descenso de seis décimas respecto al trimestre anterior.
Si se toman en cuenta los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, el empleo en la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca presenta una variación interanual del -7,5 %, con una bajada de tres décimas frente al trimestre anterior.
La evolución de la economía está marcada por el impacto de las restricciones impuestas a la movilidad de las personas y al ejercicio de actividades económicas para la protección de la salud desde el pasado marzo por la pandemia del coronavirus, así como por el progresivo levantamiento posterior de esas medidas.
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