Un 59% de los consumidores considera muy importante conocer el origen de los alimentos que compra y consume, según una encuesta de OCU, e incluso están dispuestos a pagar hasta un 10% más por saber ese dato.
Sin embargo, la normativa actual es imprecisa a la hora de reflejar esa información en el etiquetado de los productos, sean frescos o manufacturados.
Los agricultores y ganaderos españoles, por su parte, consideran que la falta de precios justos en origen para sus productos es principal problema para la supervivencia de sus explotaciones. Los desequilibrios de la cadena agroalimentaria provocan que los productores se vean incapaces de hacer valer su trabajo ante su destinatario final: los consumidores y consumidoras.
Con el objetivo de resolver este conflicto y lograr un mejor etiquetado para los alimentos, que muestre con claridad el origen de los alimentos, organizaciones de consumidores y de productores de toda Europa -en el caso de España, OCU y UPA- han presentado una Iniciativa Ciudadana Europea para instar a la Comisión Europea a legislar en ese sentido.
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