El impacto de la industria cárnica sobre el medio ambiente y la salud empieza a calar en los consumidores. Las alternativas de origen vegetal se abren paso en el mercado
El aumento de conciencia sobre los efectos de la industria cárnica en el medio ambiente, los animales y la salud están revolucionando el mercado. A las ya conocidas hamburguesas de tofu o lentejas se suman ahora los productos de origen vegetal, que pretenden cambiar por completo la forma de consumo y dar un mordisco a una industria que mueve miles de millones de euros anuales.
Uno de estos actores es Rebellyous Foods, un emprendimiento estadounidense que ha decidido apuntar directamente al sector de la industria que más se consume: el pollo. “Las personas comen carne animal porque sabe bien y porque está disponible en todas partes. Si podemos hacer un alimento igual de disponible, pero sin sus perjuicios, estamos dando una mejor alternativa. La gente ha estado esperando un producto como este desde hace mucho tiempo”, apunta Christie Lagally, fundadora y consejera delegada de la compañía.
Sus nuggets, patitas y tiras de pollo empanado, realizadas a base de trigo y soja, salieron al mercado el pasado febrero y en menos de seis meses han aumentado su producción en un 700% para cubrir la demanda. Por ahora, la fundadora prefiere obviar la venta minorista y apunta directamente a restaurantes, hospitales, escuelas, prisiones y otro tipo de instituciones. “Esos son los lugares que ofrecen este tipo de productos, así que es ahí donde nosotros debemos dar una mejor alternativa. Estamos intentando cambiar la industria de la comida de adentro hacia afuera”, explica la ingeniera mecánica.
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