La siniestralidad agraria ha superado los 755 millones de euros, siendo el segundo año de mayor siniestralidad en la historia del seguro agrario, tan solo por detrás de 2012, aunque muy cerca.
Tras un 2017 que registró una elevada siniestralidad por la sequía, el 2018 se ha comportado de forma distinta, pero igualmente negativa, encadenando dos ejercicios consecutivos de alta siniestralidad. Durante todo el año, se han registrado todo tipo de fenómenos extremos, destacando las tormentas con pedrisco, que se han reiterado de forma excepcional desde el inicio de la primavera hasta finales de año.
En total, la superficie siniestrada alcanza los 1,4 millones de hectáreas, la mitad por pedrisco, que ha causado daños por valor de más de 300 millones de euros, es decir, casi el 40% del total de siniestralidad.
También han sido protagonistas los episodios de heladas ocurridos los primeros meses de invierno, y las precipitaciones y fuertes vientos, que provocaron daños de más de 156 millones de euros.
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