Las organizaciones representativas de las indicaciones geográficas españolas de vino y de productos agroalimentarios han suscrito un manifiesto conjunto para destacar la aportación de las denominaciones de origen vitivinícolas y de las DOP e IGP agroalimentarias a consumidores, operadores, productos y territorios
La iniciativa pretende además promover líneas de trabajo comunes que permitan su impulso como fuente de sostenibilidad en el medio rural, como generadores de rentabilidad para los operadores y como garantes de la calidad, de la seguridad alimentaria y del vínculo con el origen para los consumidores.
El manifiesto, que se firmó en el marco de las Jornadas Técnicas de Origen España, celebradas en Jerez de la Frontera el pasado 6 de junio, está estructurado en dos bloques: la aportación y los valores de las denominaciones de origen de vino y de las DOP e IGP agroalimentarias y un listado de líneas de trabajo y reivindicaciones conjuntas para impulsar y defender la calidad diferenciada desde ambas entidades. El acuerdo llega en medio de una ofensiva de la compañía Mahou por registrar marcas vinculados al mundo del vino.
En cuanto a las aportaciones y valores de las denominaciones de origen, el manifiesto remarca la importancia del origen y del vínculo con la zona, como sinónimo de autenticidad. El valor de la unión y del acuerdo como elementos que están en el ADN de las figuras de calidad y que en las sociedades actuales son valores cuya preservación es más necesaria que nunca. Su papel como fuente de sostenibilidad económica, social y medioambiental en las zonas rurales. Su garantía de calidad y de seguridad alimentaria. Su aportación de rentabilidad para todos los productores de la cadena. Su diversidad, como un factor a potenciar. Y, por supuesto, su futuro, promoviendo la innovación sin perder identidad.
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