La producción de trigo o cebada se ha consolidado como alternativa en las antiguas fincas de regadíos ilegales del Campo de Cartagena
La actividad, afectada por la falta de lluvias, ha abarcado mil hectáreas.
Los cereales han vuelto a convertirse, por segundo año, en un cultivo alternativo en las proximidades del Mar Menor. Estos días se pueden ver grandes balas de paja acumuladas en los campos ubicados al sur de la laguna, camino de La Manga, una imagen que recuerda a otros territorios muy alejados del Campo de Cartagena. Sin embargo, esta producción de secano ha convencido a quienes han optado por plantarla pese a las siempre complicadas circunstancias económicas que rodean al sector primario.
Sin embargo, la producción de esta temporada no se acerca a la que se cosechó el año pasado. La falta de lluvias en la Región de Murcia a principios de 2023 ha impedido el arranque de las semillas en muchas parcelas del Campo de Cartagena. No hay tantas fincas que hayan acogido plantaciones de cebada, trigo o girasoles como el verano pasado, pero sin embargo la producción ha llegado a abarcar al menos mil hectáreas de terreno agrícola.
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