Mucho se habla de la situación del aceite pero poco se hace. Todas las partes, desde las administraciones hasta los productores coinciden en que hay que tomar medidas, pero por ahora todo se queda en palabras y no en hechos. Y los únicos hechos reales son que los precios sigue bajando semana tras semana, hasta el punto de el lampante ya está en 1,90 euros el kilo y no se vislumbra un cambio de tendencia a corto plazo salvo que se actúe de forma inmediata.
Esta tendencia a la baja en los precios en origen se debe en gran medida a la corta demanda, lo que ha provocado que los descensos fueron mayores que los registrados la semana anterior situando las cotizaciones del aceite lampante por debajo de los 1,90 euros por kilo.
Fuentes de Oleoestepa señalan que no se realizan operaciones ante la incertidumbre en el mercado y dan cuenta de operaciones con lampante a 1.900 euros, frente a los 2.000 euros de la semana anterior. En comparación con 2018, los precios en origen del lampante han bajado casi un 30%.
Por su parte, el aceite virgen está a 2.100 (2.200 euros la semana anterior), mientras que en el caso del virgen extra el precio se mantuvo más firme y repite a partir de los 2.600 euros por tonelada.
Sin embargo, el sistema PoolRed de la Fundación del Olivar, del que se habló en el último Consejo Andaluz del Olivar de tomar medidas y modificar su funcionamiento, piden un cambio registra descensos solo en lampante y repuntes en el resto de calidades.
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