Guía para la identificación, caracterización y control del Virus rugoso del tomate (ToBRFV). Listado de los desinfectates más efectivos usados contra tobamovirus.
Aunque actualmente existen gran variedad de cultivares comerciales de tomate y pimiento con una alta resistencia a tobamovirus como ToMV, TMV o PMMoV, la aparición de un nuevo virus puede desestabilizar por completo la producción, y por tanto la economía de un país o región, como sucede en el caso de la presencia del virus del bronceado del tomate (TSWV) (Lea el artículo "Virus del bronceado del tomate, TSWV"). La nueva enfermedad puede causar graves estragos por la falta de variedades resistentes, así como la implantación de medidas efectivas de control.
Las distintas agencias sanitarias de varios países, entre ellas el Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía en España, están alertando de la presencia de un nuevo virus que afecta de forma grave a los cultivos de tomate. Este nuevo virus, detectado por primera vez al sur de Israel en 2014, y para el cual no existen variedades comerciales de tomate resistentes, ha sido denominado virus rugoso del tomate (Tomato rugose fruit virus o ToBRFV). Su detección se realizó tras observar manchas amarillas sospechosas de infección vírica en un 10-15% de frutos de tomate de las variedades Mose e Ikram bajo cultivo intensivo en invernadero. Además, otras variedades resistentes a otro tobamovirus que afecta también al tomate (ToMV) también presentaron síntomas (Luria et al., 2017).
Tras su aparición en dicho país, fue rápidamente detectado en otros lugares como Jordania (con incidencia en jitomate –Solanum lycopersicum cv. Candela- del 100%; Salem et al., 2015), Méjico, Estados Unidos, Italia, Alemania, Turquía y Reino Unido, siendo detectado recientemente en China (Luria et al., 2017; Fidan et al., 2019).
Descripción biológica de ToBRFV
El ToBRFV pertenece a la familia Virgaviridae, género Tobamovirus, siendo un virus ARN en forma de varilla de 300 nm de longitud.
La alta peligrosidad de este virus, debida a su fácil transmisión, grave sintomatología (Figura 1), alta estabilidad y persistencia, ha hecho que ya se encuentre desde enero de 2019 en la Lista de Alertas de la EPPO (European and Mediterranean Plant Protection Organization), y en muchas otras regiones y países se empieza a tratar como una grave y potencial enfermedad emergente. De esta forma, la Comisión Europea advierte a los agricultores que extremen la observación de los cultivos a fin de detectar la enfermedad, así como el conocimiento de las medidas para su control. Además, los Estados miembros llevarán a cabo controles anuales para detectar la presencia del agente. En septiembre de 2019 se ha publicado la Decisión de Ejecución (UE) 2019/1615 de la Comisión Europea por la que se establecen medidas de emergencia (https://www.boe.es/doue/2019/250/L00091-00094.pdf).
Por otra parte, el ToBRFV presenta una gran variedad de plantas huésped, lista que a día de hoy se está ampliando rápidamente gracias a los estudios que se están llevando a cabo para la caracterización del virus. La gran variedad de hospedadores que un determinado virus puede presentar es un factor de riesgo añadido, ya que son un reservorio de la enfermedad que en muchas ocasiones pasa desapercibido. Se sabe que los principales hospedadores de ToBRFV son el pimiento y tomate, pero también se ha comprobado que plantas del género Nicotiana muestran sintomatología tras la infección experimental como Nicotiana benthamiana, N. clevelandii, N. glutinosa, N. tabacum (tabaco). Además, muchas otras plantas herbáceas silvestres actúan como hospedadores, en muchos casos de forma asintomática siendo por tanto un foco de infección “silencioso”. A día de hoy en la lista se encuentran Capiscum annum, Chenopodiastrum murale, Chenopodium bengalense, Chenopodium quinoa, Petunia hybrida, Solanum lycopersicum, Solanum melongena y Solanum nigrum.
Síntomas de ToBFRV
Los síntomas típicos de la enfermedad recuerdan a otros tobamovirus, apareciendo frecuentemente mosaico, moteado y clorosis en las hojas. Éstas se pueden deformar estrechándose, y puede aparecer necrosis en otras partes de la planta como pedúnculos, cálices o peciolos. Los frutos pierden su valor comercial, ya que además de presentar manchas que varían de color amarillento a marrón (incluso estriado color verde según la variedad de tomate infectado), aparecen deformaciones en forma de rugosidades en su superficie. Además, la maduración puede ser irregular.
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